ANOTHERHOLiC
LANDOLT-RING AEROSOL
CAPÍTULO 3 "AFTERHOLiC"
Es por esto que llamo a la teoría, el ojo del mundo.
Pero imagino que es infantil y que no los puede convencer. La lógica siempre va acompañada de otros factores. Es por ello que he insistido mi vida entera en ello. Para probar con exactitud, mis propias correcciones, tras una sombra de dudas. No puedo ofrecerme como voluntario para la investigación. Así que te presentaré a un individuo que puede ser el claro ejemplo de ello, es ordinario y común.
Su nombre es
Un estudiante de año en la Escuela Privada . Mide centímetros y pesa kilogramos - un chico delgaducho y debilucho. De buenos sentimientos, no es tímido del todo, pero estoy preocupado porque tiene la costumbre de conseguir trabajos de medio tiempo. En resumen un adolescente común y corriente.
Nació el de , su signo es , su tipo de sangre es y su familia es - en una complicada situación. , .
Su visión es de / , . Con esto queda claro que él está calificado para ser parte de mi base de datos.
Si.
Puede verlo.
Cosas que no son humanas.
Cosas que no son parte de este mundo.
Así como los míos, sus ojos tienen esas capacidades que no pueden ser entendidas por la ciencia moderna, problemas que están agendados para la siguiente generación de científicos. Todo lo que he propuesto en está teoría no ha tenido luz verde. Pero en contra parte , la teoría , está basada en , técnicas propuestas en el siglo XVII, pero que serán aplicadas en este chico. ,
Deben ser espíritus.
Espíritus.
Cosas que siempre están con nosotros, pero que no cualquiera puede percibir.
Cosas que no podemos ver.
Cosas que no tenemos que ver.
, , .
Debe ser capas de no verlos más.
Desde que era , podía ver cosas geniales, desde este ojo que puede ver cosas que no existen. Pero que pueden ser percibidas más allá de la imaginación. La existencia de no sólo sustenta mi teoría del ojo del mundo sino que la confirma.
Ahora tengo los fundamentos.
. , , , . Por eso, es que trabaja duro en determinada tienda. Sin recompensa, sin futuro, sin sentido, un trabajo inútil. Es un sujeto excelente, pero psicológicamente débil, Aun a su edad, el mental es claro. Esto promueve que su habilidad sea adquirida y no congénita. De la tienda en cuestión, es . Ubicada en , pero no cualquiera puede entrar. , . Sólo aquellos que tengan un deseo podrán hacerlo.
Esa tienda cumple deseos.
El propietario es , pero eso no es de importancia para mi teoría.
* * *
Hay muchas cosas extrañas en este mundo.
______________
Pero no importa cuanto...
Cual increíble puede ser...
______________
Si los humanos no las tocan...
Si los humanos no los ven...
Si los humanos no se ven envueltos en ello...
______________
Es un simple fenómeno.
Algo que desaparecerá con el paso del tiempo.
______________
Humanos.
Humanidad.
Homo sapiens.
______________
“Encontré esta cartera”
La vista de
Watanuki Kimihiro estaba frente a él, por eso es que su campo de visión no
lograba ver detrás de él. Cuando alguien le habla de atrás es imposible que
sepa de quien se trata sin girar su cabeza. Watanuki Kimihiro no es del tipo de
estudiantes que le gusta hablar con las personas que están atrás, pero tampoco
era el tipo que se asustaba por ello así que decidió voltear.
Ahí estaba un
joven alto y delgaducho que Watanuki no había visto antes, sosteniendo en su
mano una cartera decolorada y vieja. Watanuki no tuvo que verla más a detalle
para responder.
“Umm… esa no es
mía.”
“¿Oh?” El joven
pronunció con un hilo de voz. Miro de nuevo la cartera y respondió. “¡Oh!
Ci-cierto.”
Volvió a mirar a
Watanuki y sonrió.
“Esta es mi
cartera.”
“……”
“Eso significa
que la que guarde no era la mía.”
El joven tomo
con la otra mano su cartera mientras la otra la llevaba a su bolsillo trasero.
Watanuki no comprendía nada en absoluto.
¿Qué demonios?
“Eres libre de
tomarla si así gustas. No tenía la cartera a la mano así que puedes quedártela,
no diré nada.”
“No, no lo
haré.”
A Watanuki no le
tomo más de dos segundos responder la propuesta de la persona, sabía que hay
otras maneras más civilizadas de arreglar las cosas, sobre todo si se trataba
de una cartera que no era suya. Estaba seguro que esa persona no buscaba nada
bueno. Ya tenía bastantes problemas pensando que responder.
“Eres un buen
chico.” Le dijo el joven, noqueándolo con la frase.
“En definitiva
te irás al cielo cuando mueras. ¿Crees que puedas ir allá si haces cosas malas?
¿Ir al cielo es tu meta en la vida? Eres de las personas que creen que podrán
hacer lo que quieran en el cielo, maldito bastardo.
Watanuki no
comprendía nada, primero esa persona le decía que podía tomar la cartera aunque
no fuera suya y al negarse recibía insultos. Era tan extraña esa persona.
“¡Había medio
millón de yenes en la cartera! ¡Oh, oh! Ya veo, sabías cuanto dinero tenía y
por eso la rechazaste.”
“Jamás tomaría
siquiera un yen si no es mío, esa es una respuesta que daría en todo momento.”
Respondió Watanuki mientras recordaba a Yuuko y su filosofía. No podría aceptar
nada, mucho menos dinero ya que todo viene con un costo a cambio.
“¡Hmmm, que
maduro! Detesto a los niños maduros. Las personas lloran incluso por un yen y ríen
también por el.”
“Ah”
Sonó con un poco
de esperanza.
“¿Mm? ¿Estoy
mal? ¿Las personas de Kansai no ríen por
un yen y lloran por otro? ¿O estoy mezclando a a personas de Kansai y de Kanto?
Mmm… creo que perdí mi punto. El japonés es un idioma muy complicado. Bueno eso
no importa. Es una perdida de tiempo, estoy aburrido e irritado.”
”Ahhh…”
¿Entonces qué?
“Estoy casi
molesto como en el trabajo cuando alguien llamo a mi celular y lo primero que
dijo fue un ‘¿dónde dormiste?’ “
“Umm…”
Aún más “¿entonces
qué?”
“Olvidalo. Con
sólo hablar contigo me molesto aún más. ¡No puedo estar más furioso! ¡No
vuelvas a aparecer frente a mi, preparatoriano de pacotilla! ¡Lárgate a tu
escuela de mierda, cretino! “
Tras ese último
insulto el hombre dio la espalda a Watanuki y se alejo. Un momento después daba
la vuelta en la esquina y ya no pudo verlo Watanuki.
Fuera de vista.
“Bueno… creo que
los locos no son cosa exclusiva de la primavera.”
Sintió que el
hombre de hace un momento fue rudo con él pero se termino después de que
Watanuki se negara a responder sus insultos. Continuo con lo que hacia antes de
ese encuentro peculiar, es decir; caminar. Lo que hizo ese hombre era un
completo misterio pero sólo dijo una cosa que Watanuki pudo comprender y con la
que estaba de acuerdo. Ir a la escuela. Si. Watanuki tenía un destino.
La escuela.
“Tan buen humor
que tenía…” murmuraba mientras apresuraba el paso. Incluso antes de que el
hombre lo interceptara estaba corriendo. Fue una mala suerte el encontrarlo
pero si llegaba tarde sería por él. Sabía que debía salir temprano, pero ya no
tenía caso pensar en ello. No podía tomar otra decisión. Cuando Watanuki dejo
su casa no pudo saber que se encontraría con un extraño que le diría lo que su
horóscopo le predijo. Su amuleto es el hojicha, por eso lo había tomado,
Watanuki es Aries y la el número de mala suerte sería el ocho, la hora a la que
se encontró con el hombre, siendo el resultado de esa predicción.
“Mmmm,” Watanuki
pensó. “¿Por qué pasó cuando estaba de tan buen humor?”
Optó por
corregirlo y decir. “Era tan buen humor por hoy.” Las palabras fluyeron con naturalidad,
pero ¿Cuál buen humor? Watanuki no era del tipo de personas que culpaba a la
felicidad de su infortunio aún cuando eso apareciera en su horóscopo, además de
que no creía en la astrología. No tenía porque haber tomado una taza de hojicha,
su amuleto.
Por ello…
Su mirada…
Watanuki ya no
podía pensar que estaba de buen humor.
“¿Qué hay de
malo conmigo? No es que sea primavera” murmuraba mientras llegaba a la escuela.
No era tarde,
pero la campana comenzó a sonar por lo que entró al edificio y corrió por las
escaleras para llegar a su salón. En cuanto entró sus compañeros le dieron los
buenos días.
Ahí estaba Seko
Serizawa, el compañero que metió en muchos problemas a Watannuki por una débil y
dudosa queja. Ese problemas afortunadamente se pudo solucionar por la jefa de
Watanuki, pero desde ese momento Serizawa ya no hablaba con él tanto. Watanuki
no lo consideraba un amigo por lo que no sentía diferencia de su relación antes
de ello y a pesar de ello alguien llamado Serizawa seguía en su salón, tomando
las mismas clases por lo que si le decía un “Buenos días.” Debía responder para
no parecer alguien rudo y grosero.
“Si, buenos días….
Umm,” Watanuki respondió mirando sobre el hombro de Serizawa, el salón estaba
casi vacio. La campana seguía sonando y sin embargo más de la mitad de los
pupitres seguían vacios. A pesar de que hay alumnos que siempre llegan tarde,
esto era alarmante. Serizawa leyó perfectamente en el rostro de Watanuki lo que
pensaba.
“Si,” debe ser
alguna epidemia, supongo que de gripe o algo.”
“¿En esta época del
año? ¿Y tan repentino sin una ola de calor?
“Fue lo que nos
dijeron.”
“No lo creo
posible…” Watanuki dijo mientras tomaba asiento. Saco de su mochila un
libro y lo coloco en su escritorio. La
primera clase sería matemáticas. El día y la ausencia de varios compañeros
significaban que sería llamado a pasar al pizarrón. Con tan pocas personas no
podía ver por la ventana, sólo necesitaba echar un vistazo.
Miro a los
lados.
Vacio.
El asiento de
Himawari Kunogi estaba vacio.
No había ninguna
mochila a su lado, así que no asistió a clases- normalmente llegaba al salón
trece minutos antes de que la campana sonará. Así que no asistió a clases.
Himawari-chan nunca llega tarde, nunca falta tampoco se enferma.
Si Himawari-chan
no había asistido a la escuela, ¿cómo podía estar de buen humor entonces?
Molesto, miro
por la ventana.
Miro.
Vio.
“Ohh…”
Finalmente lo comprendió.
La razón por la
que estaría de buen humor todo el día.
No, no de buen
humor, mejor dicho feliz.
¿Por qué estaría
feliz?
“Oh… no he visto
nada hoy…”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario